Tontuitivos (1)

¿Tienen las entrevistas de trabajo los días contados?

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Todos los manuales sobre selección de personal nos alertan sobre los sesgos más habituales que pueden distorsionar nuestro juicio en una entrevista de selección (halo, recencia, proyección, etc.). El seleccionador profesional puede percibirlos como inocuos tanto por el conocimiento que de ellos tiene (y por tanto su capacidad para preverlos y aminorarlos) como por la lógica que subyace a los mismos y que los convierte en comprensibles. Parece evidente que una característica casualmente percibida como destacada puede afectar a la percepción del conjunto, que tenemos una idea más clara de los eventos más recientes, que nuestra propia experiencia subjetiva puede transformarse en un tramposo marco de referencia, etc. No nos asusta lo que somos capaces de entender y lo que, una vez detectado, no parece contradecir nuestra intuición. Pero ¿y si fuéramos volubles ante sucesos sin ningún significado aparente?

En 2005 tres psicólogos alemanes les solicitaron a un grupo de jueces con una media de más de cincuenta años de experiencia que dictaran sentencia sobre el hipotético caso de una ladrona. Previamente se les había pedido que lanzaran un par de dados, manipulados para que el resultado sólo pudiera sumar 3 o 9. Los jueces que habían sacado un 9 condenaron a la mujer, de media, a 8 meses mientras que los que habían sacado un 3 la sentenciaron a 5.

El denominado efecto anclaje presente en el experimento ya era conocido (y usado) en entornos dónde las anclas (cifras previas) guardaban relación con la variable sobre la qué decidir. Un caso típico serían los descuentos en los que se muestra el precio original para alterar la referencia del consumidor. Lo llamativo  fue la constatación de que el anclaje tiene lugar cuando cifras aleatorias no aportan ninguna información ni guardan una relación de coherencia lógica con el problema analizado.

En 2011 tres investigadores estudiaron el comportamiento de ocho jueces de Israel que durante días revisaron solicitudes de libertad condicional presentadas en orden aleatorio. Las tasas de decisiones favorables al reo alcanzaban un pico del 65% tras las distintas pausas para comer y descansar, y a continuación descendían hasta prácticamente 0 justo antes del siguiente receso.

Alguien podría dudar de la profesionalidad y rigor de jueces alemanes e israelíes (quizás no fueron a suficientes seminarios de automotivación). Pero es poco probable que los seleccionadores profesionales se sustraigan con más facilidad a la influencia de factores sobre los que ni siquiera conocemos su existencia.

Ya a principios de los años 70 se comprobó en la Universidad de Oregón como un modelo de regresión estadístico basado en datos objetivos (con tan sólo 3 variables independientes) tenía una mayor capacidad predictiva sobre el éxito en un programa académico que las entrevistas realizadas por los responsables del comité de admisiones.

Cuando menos esto debería hacer que fuéramos más prudentes a la hora de confiar en nuestro juicio para la selección, y completar los procesos con pruebas objetivas (lo que requeriría de su previa validación).

Pero no creo que la entrevista tenga sus días contados, especialmente cuando es llevada a cabo o cuenta con la participación del que será el mando del seleccionado. Y no tanto por su validez como por nuestra propia naturaleza. Nos resulta difícil construir una relación exitosa cuando la sentimos impuesta por circunstancias que escapan a nuestro control y voluntad. Nuestras carencias hacen que necesitemos de nuestros propios errores para tomar una decisión que, no siendo óptima, es la única viable. De lo contrario el acierto nos llevaría al fracaso. Como en el amor.

Bibliografía

Los dos casos relativos a los jueces están extraídos de:

Kahneman, D. (2012). Pensar rápido, pensar despacio. Barcelona, Debate.

Las referencias de los artículos originales en los que se detallan sendas investigaciones son:

Dazinger, S., Levay, J. y Avnaim-pesso. Extraneous factors in judicial decisions. PNAS 108, pp 6889-6892.

Englich, B.; Mussweiler, T.  y Strack, F. Playing Dice With Criminal Sentences: The Influence of

Irrelevant Anchors on Experts Judicial Decision Making. Personality and Social Psychology Bulletin 32, pp 188-200.Disponible online: http://www.eucim-te.eu/data/dppsenglich/File/PDFSStudien/PSPB_32(1).pdf

El caso citado de la Universidad de Oregón está extraído de:

Dawes, R. M. (1979). The robust beauty of improper linear models in decision making. American Psychologist, 34(7), 571–582. Disponible online: https://core.ac.uk/download/pdf/190386677.pdf

La referencia del artículo original que detalla la investigación es:

Dawes, R. M. (1971). A case study of graduate admissions: Application of three principles of human decision making. American Psychologist, 26(2), 180–188

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